A tres años del inicio de la pandemia por COVID-19, una de las aristas que se ha desarrollado con gran impulso es la salud digital en América Latina. Informes de la Organización panamericana de la Salud (OPS) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) concuerdan en que la pandemia significó un gran avance hacia la incorporación de las tecnologías y digitalización de los procesos en salud, pero existe una creciente desigualdad en la región que debe ser abordada por cada nación y por el continente.
En este artículo, nos centraremos en los procesos de salud digital que mayor auge han tenido en América Latina, las que instauran una modernización y mejora en los procesos sanitarios garantizando un mejor acceso a la salud.
Es una disciplina que emerge desde el desarrollo de la tecnología y su emancipación hacia el mundo de la salud. El concepto engloba todas aquellas soluciones médicas amparadas en la digitalización y uso de la tecnología para mejorar los procesos de investigación médica, innovación en tratamientos, automatización de trámites y el cuidado de la salud de las personas.
La salud digital utiliza las tecnologías de la información y comunicaciones para optimizar y mejorar los procesos sanitarios, brindando una mejor calidad de atención, promoción y prevención de la salud. Además, esta también ayuda a las autoridades a gestionar y analizar la información médica de la población, permitiendo mejoras en la administración de los centros médicos como en la elaboración de políticas públicas.
Por lo mismo, el desarrollo de la salud digital en América latina es fundamental para modernizar el ecosistema sanitario y así enfrentar las brechas que existen hoy en la región. La BID enfatiza que la salud digital ha demostrado ser beneficiosa para:
Por lo mismo, la salud digital se presenta como una gran oportunidad para mejorar el sistema sanitario de las naciones que forman parte de América Latina. Integrar soluciones tecnológicas ayudará a tomar acciones concretas para equiparar las brechas y mejorar la salud de la población en la región.
Si bien desde mediados del 2000 comenzaron a implementarse en algunos países de la región herramientas de la salud digital, lo cierto es que su desarrollo se impulsó con fuerza durante la pandemia del COVID-19 en el 2020. El aislamiento y la emergencia sanitaria obligó al ecosistema de salud regional a adoptar de forma acelerada algunas soluciones tecnológicas como las videoconsultas, digitalización de documentos y la formación e investigación online.
Hasta la fecha de hoy, las naciones y entidades como la BID y la OPS se encuentran monitoreando el avance de la salud digital, tanto en la normativa como en su aplicación para garantizar una mejor salud para la población, como para disminuir las brechas de acceso existentes.
Algunos de los principales avances para la región son:
La telemedicina estaba en crecimiento en América Latina antes del 2020, pero como se explicó anteriormente, este proceso ha crecido de manera exponencial en los últimos años, permitiendo que los servicios médicos se desarrollen a distancia.
En abril de 2022, la BID emitió un informe que destacaba que solo el 8% de los países de la región contaba con regulaciones sobre telemedicina para esa fecha, pese a que el 97% abordaba la protección de datos en telemedicina.
Dentro de la gestión médica en la atención de pacientes, el registro clínico electrónico o historia clínica electrónica (HCE) es el que lleva más tiempo implementándose. Sus ventajas radican en que permiten un mejor seguimiento de los pacientes y la compartición de información médica entre profesionales de la salud.
Un informe de la BID emitido a finales de 2020 demuestra que de los 26 países estudiados en la región, 10 superan el 75% de cumplimiento en legislación de la HCE, aunque el principal desafío es trabajar en las especificidades del registro clínico.
Si bien la inteligencia artificial aún está en fase exploratoria en la región, el Centro de Inteligencia Artificial y Salud para América Latina y el Caribe (CLIAS) indica que hay países que han tenido un notorio avance en la materia de inteligencia artificial, donde se incluye el sector salud.
Los beneficios de la inteligencia artificial se manifiestan en la realización de diagnósticos en menor tiempo, detección temprana de enfermedades y análisis de datos médicos para mejorar la atención médica.
El cambio de paradigma que genera la salud digital, obliga que se realicen cambios en la formación médica y nuevas capacitaciones a todos quienes trabajen en el sector salud. Es así como los programas de medicina y tecnología se han ido actualizando para responder a estos nuevos desafíos.
En Chile, por ejemplo, el Centro Nacional en Sistemas de Información en Salud ha desarrollado 5 nuevos perfiles para el rubro de salud digital: Director clínico de informática en salud, Coordinador de implementación y uso de SIS, Jefe de análisis y gestión de datos en salud, Capacitador en el uso de SIS y Analista de procesos para el desarrollo de SIS.
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