El uso de redes sociales crece a pasos agigantados, siendo un canal de comunicación muy utilizado por las personas. El fenómeno de los medinfluencers se posiciona de a poco en los medios sociales, transformándose en una figura creíble para abordar temas de salud en internet.
Antes de responder esta pregunta, hay que tener claro qué se entiende por “influencer”. Este es un personaje que destaca en las redes sociales, cuyas opiniones, estilo de vida o valores son validados por un amplio grupo de personas. Estos suelen ejercer una gran influencia sobre el público, posicionándose como líderes de opinión.
Los medinfluencers tienen las mismas características. Son médicos especialistas que utilizan las redes sociales para entregar conocimientos sobre salud a los usuarios. Estos son validados por el público como figuras expertas en temas sanitarios. Sin embargo, para ser un medinfluencer no basta solo con saber sobre salud, hay que utilizar las redes sociales para alcanzar popularidad.
Los medinfluencers están dentro de la categoría “professional influencer”. Este grupo se caracteriza por tener conocimientos específicos sobre un área en particular, transmitiendo confianza a los usuarios. Es decir, son reconocidos por su experiencia médica y su especialidad.
Los influencers suelen clasificarse según la cantidad de seguidores que tienen. A una mayor cantidad de usuarios, mayor será la interacción que tendrá el medinfluencer con su público. La clasificación de influencer se distribuye de la siguiente manera:
Micro influencer: 2k a 100 k
Medium influencer: 100k a 500k
Macro influencer: 500 k a 1M
Celebrities: + de 1M
Para alcanzar una gran cantidad de seguidores no basta con saber sobre salud. Es importante conocer cómo funciona cada red social e interactuar en ellas para que el público te conozca. Publicar contenido de valor, subir infografías, hacer videos y responder a las consultas de los usuarios son acciones claves para mantener la interacción con el público.
La credibilidad adquiere un gran valor para los seguidores. Hoy el uso de redes sociales también implica búsqueda de información sobre salud y bienestar. Las personas siguen cuentas de médicos para aprender sobre su enfermedad, la de otros y también para aprender a cuidarse. Sin embargo, la información en redes sociales siempre será general y no necesariamente atenderá a los problemas específicos de salud de cada persona.
Las cuentas de Facebook, Instagram, Twitter o TikTok pueden ser muy beneficiosas para compartir información fidedigna sobre salud. ¿Qué mejor que un médico para explicar los alcances de una enfermedad o cómo prevenirla? Ante la desinformación que abunda en internet sobre las vacunas, dietas extremas y otros problemas de salud, una buena herramienta es el conocimiento.
Un medinfluencer es capaz de transmitir confianza a los usuarios de redes sociales por su saber. Con un lenguaje sencillo se puede educar a las personas sobre algunos problemas de salud, acciones preventivas, sobre cómo observar los síntomas. etc. Por ejemplo, ante las dudas que generó el anuncio de la vacuna contra el COVID-19, fue muy importante el rol educativo que se realizó en redes sociales para asegurar a la población sobre su seguridad y eficacia.
Es importante recalcar que las redes sociales no reemplazan la atención médica remota o presencial. Los pacientes pueden realizar algunas consultas generales por redes sociales, pero siempre la cita médica será el espacio para diagnosticar una enfermedad y dar seguimiento a los tratamientos.
Los usuarios tienen la mala práctica de autodiagnosticarse y automedicarse según la información que recopilan en internet. Si bien, un médico debe compartir información basada en la evidencia científica-médica, siempre la detección de un problema de salud y su tratamiento debe realizarlo un especialista en la atención médica y no fuera de ella. De esa forma se garantiza una buena atención para el paciente.
Los pacientes pueden buscarte en mimed.com y agendar una cita contigo, sea presencial o por video consulta.
El uso de redes sociales puede ayudarte a llegar a más pacientes. Aprovechar los espacios digitales masivos para transmitir información sobre salud contribuirá a que las personas estén mejor informadas y alcancen un mayor bienestar.
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