El acto médico requiere de una gran responsabilidad. La medicina tiene como fin velar por el bienestar de las personas y las comunidades, buscando los mecanismos para sanar enfermedades y dolencias.
Por ello, quienes ejercen la medicina procuran seguir las prácticas morales como la honestidad, el cuidado, la no discriminación y la confidencialidad. El respeto por la vida de las personas y el bien superior del paciente son principios fundamentales que la medicina debe preservar y garantizar. Sin embargo, uno de los problemas que enfrenta el actuar médico es la judicialización de la medicina, donde el médico es cuestionado tras una acusación o falta que el paciente ha denunciado.
La responsabilidad médica en la actualidad
En los últimos años la relación médico-paciente se ha horizontalizado, haciendo que las personas tengan un rol mucho más participativo en la cita médica. Esto es valorado, puesto que hay evidencia que refleja que cuando las personas son más activas en su salud, es mucho más fácil que los tratamientos sean exitosos. Sin embargo, el problema que genera esto es que también suelen reclamar mucho más cuando el tratamiento no tiene los efectos deseados.
Esto, entre otros fenómenos sociales, ha acrecentado la desconfianza hacia la práctica médica, provocando un aumento en la judicialización de la misma. Esto, si no se controla, puede convertirse en un obstáculo para el ejercicio médico y para cumplir con su responsabilidad.
Según cifras de Falmed, entidad dependiente del Colegio Médico y que se dedica a defender y asesorar a médicos frente a procesos de judicialización, en 2022 se ingresaron 250 judicializaciones donde el 50% fueron en centros médicos privados y el 44% en el sector público.
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¿Qué es la responsabilidad médica?
La responsabilidad médica se entiende como la obligación que tiene un profesional de la salud de dar cuenta a la sociedad por los actos que realiza. El médico tiene la obligación y el deber de responder ante fallas en los procedimientos o incumplimientos en la asistencia de pacientes.
Hay que considerar que la medicina no es una ciencia exacta y que el éxito de un procedimiento también dependerá de la responsabilidad del paciente y no exclusivamente del médico tratante. Por lo mismo, es importante que el paciente tome conciencia sobre su salud y colabore junto con el médico para sanar su dolencia.
Algunas formas de promover la buena relación con el paciente y evitar judicializaciones son:
- Actualizar los conocimientos médicos de forma constante para descubrir nuevos tratamientos.
- Conversar con el paciente sobre su enfermedad y tratamiento, explicándoles los pro y contras.
- Explicitar cuáles son los riesgos que un paciente tiene al seguir o rechazar un procedimiento por sobre otro.
- Asegurarse de que el paciente comprenda a qué cirugía o procedimiento médico se va a someter y que firme el consentimiento informado.
- Resolver todas las dudas y consultas que tenga el paciente antes y durante su tratamiento.
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